De bajones y otras cosas

Acabo de tener una agradable conversación con mi fiel y sumisa esclava, donde me comentaba que estaba en un periodo de bajón respecto a nuestros demonios comunes. No le apetecía que la tratara mal, que la insultase, que la atase o que la azotase, esto, aunque pueda parecer normal para cualquier mente normal, para nosotros es algo extraño.

Mi pequeña perrita, estaba asustada porque pensaba que a lo mejor no le volvían las ganas, pero la tranquilicé, diciendole que todos hemos tenido bajones de ese tipo, y que esos gustos, estan muy arraigados en nuestro cerebro, quiero decir, no es algo con lo que estemos experimentando para encontrar nuevas fuentes de placer, o para tener sensaciones nuevas. Es algo que nos hace click, nos excita subconscientemente. Eso no desaparece, salvo que nos hagan una lobotomía.

Hemos estado hablando del tema, y parece que el problema viene del cansancio en nuesta vida pública, el trabajo, la familia, los amigos, todo eso en determinadas ocasiones, y en determinadas circustancias nos agota hasta tal manera que no apetece hacer ningún esfuerzo extra, y hasta te quita las ganas. Llegas a casa y lo único que quieres hacer es sentarte y ver la tele.

Hablando por mi experiencia personal, mis bajones se producen cuando mi vida familiar se convierte en un infierno, el niño se pone malo, se me amontona el trabajo, sufro de atascos en la ciudad, entonces llego a casa, enciendo el ordenador, y no me apetece buscar en mis habituales sitios para ver si hay nuevas fotos o videos con mis modelos favoritas, bien atadas y amordazadas, siempre lo mismo, siempre igual, una frustración dentro de mis pantalones. Cuando estos periodos se alargan, incluso pienso, "me he curado, ya no necesito esto más", pero entonces llega un periodo de tranquilidad y de repente un día me sorprendo descargandome un nuevo video, guardando imágenes a mi disco duro, buscando sumisas en internet, leyendo blogs de esclavas, etc...
De hecho, mi bajón más reciente fue la semana pasada, se me curó cuando descubrí el blog de una aficionada al bondage, que me dio la idea de empezar este, era fresco, natural y nada formal, estaba empezando, contaba sus experiencias.
Al intentar sacar adelante este blog, estoy haciendo algo nuevo para mi, distinto, porque a veces el tedio produce frustración, y la frustación también agota.

Resumiendo, mi esclava está de bajón, y no tiene ganas de darse de alta para colaborar con este blog. A ver si se le pasa pronto, y podemos disfrutar de su presencia aqui.